CIBERSESION POR WEBCAM

Finalmente sólo pude conseguir a un amo que me pareciera lo suficientemente imaginativo como para poder hacer la ciber-sesión que a continuación os paso a relatar. Tenía que presentarme delante de él como suelo vestir de calle pero interiormente tenía que vestir de niña, quizás algo tipo hello kitty, o un blanco virginal; así que opté por lo que tenía: un conjunto interior blanco.

Al encender la Webcams me mostré con mi jersey y mis pantalones, poco a poco tuve que quitármelos sensualmente para dejar salir mi lado de niña. El Amo me observó ordenándome que me exhibiera, primero me mandó ponerme unas gomas en cada uno de mis pechos dejándolos aprisionados, después me ordenó ponerme unas medias. Acto seguido me comentó que quería que me pusiera crema por todo el cuerpo, en especial por las piernas, le excitaba que mis medias quedaran muy pringosas con la crema. Hizo hincapié en que me extendiese mucha crema por el cuerpo, de manera que quedara casi una capa blanca. Entonces me ordenó que me quitara el exceso de crema con un cuchillo bien afilado, rasurando bien mi piel Después tuve que derramar cera por mis pechos y quitarla igualmente con el cuchillo.

Después, como no había cenado, el Amo consideró que me merecía una cena muy especial: tenía que procurarme unos calzoncillos usados de mi padre y poner la comida encima de ellos (qué casualidad que esa noche tenía ensaladilla rusa). Me indicó que pusiera los calzoncillos con la comida en el suelo y que, de rodillas con las manos a la espalda, me comiera mi cena hasta que no quedara ni rastro. Entonces observó que habían quedado restos de comida entre mis dientes, así que me indicó que sacara las bragas sucias de mi hermana que, previamente me había ordenado que tuviera a mano, y utilizar los pelos del coño que había enganchados en las bragas para utilizarlos de hilo dental. Afortunadamente había alguno que pudiera servir.

Una vez limpios mis dientes me ordenó que continuara mi aseo. Primero meé en un platito y utilicé mi orina como agua para lavarme la cara. Como llevaba una máscara y lo único que se me veían bien eran los ojos y la boca, me sugirió que me lavara como los gatitos, untando bien mis manos en la orina y luego lavándome. Del mismo modo también tuve que utilizar la orina para lavarme los dientes y la lengua, utilizando mi dedo índice a modo de cepillo. Por último, para completar mi aseo, me ordenó coger la escobilla del baño y cepillarme a conciencia el pelo para que brillara para él.

Para acabar me ordenó que me penetrara con el mango del cuchillo de cocina y me follase dando botes sobre él, tenía que botar hasta correrme, y al mismo tiempo tenía que lamer la escobilla del baño como si fuera su polla. Me tuvo así durante unos minutos y dio por finalizada la sesión.

La gallina Caponata

El otro día me encontraba un poco aburrida y decidí hacer una pequeña sesión ciber con alguien que me propusiera algo divertido. La verdad es que la sesión duró muy poco porque me aburrí como una ostra y decidí ponerle punto y final bastante pronto. La única cosa que me pidió que me pareció interesante fue ésta de la que tomé algunas instantáneas. Me convertí en una ponedora de huevos. Una gallinita.